28 junio 2007

NEW YORK -Todo para ver


NEW YORK


Nueva York, Nueva York, la Gran Manzana, es un verdadero orgullo de la humanidad. De todas las ciudades que el camino nos ha permitido visitar, incluyendo nuestro Miami, Nueva York es la más cosmopolita de todas. Donde no sólo viven personas oriundas de todos los rincones de nuestro planeta, sino donde se celebran todas las culturas. Una inmensa exposición de todo lo colorido y bello que hemos logrado alcanzar.

Caminando por sus aceras lo mismo encontramos un restaurante de comida paquistana que unos jóvenes tocando música andina tal y como los oímos en las peñas de La Paz. No importa si hace frío o calor, todos los días hay algún evento, alguna fecha que conmemorar, algún espectáculo que ver y de una forma u otra festejar. Es tan grande y tan variada esta ciudad que sencillamente el aburrimiento no es posible allí.





Hace dos años estábamos listos para presentar a Nueva York en Caminando sin Rumbo. Cuando ya lo teníamos todo encaminado sucedieron los dolorosos sucesos del 11 de septiembre. Aquel acto tan inhumano nos impidió el poder ver a esta ciudad tan hermosa con otros ojos que no fueran los de puro dolor. Hemos tenido que esperar hasta el presente, fines del 2003, para poder enseñar nuestras experiencias como de verdad son en esta ciudad. Tratando de ser justos y en lo que podamos compensar por la terrible desgracia, hemos preferido no sólo presentar a Nueva York, sino hacerlo en Navidades cuando todos los colores brillan con más intensidad. Porque si Nueva York de por sí es encantadora, en estos primeros días de invierno llega a ser maravillosa.





Si algún día logra llegarse hasta Manhattan, no se asombre o intimide por la cantidad de personas que allí va a ver. Las aceras, que son bien amplias, tienen más que suficiente espacio para usted y todas las demás personas. Los taxis continuamente recogen y dejan pasaje en todas partes. Los autobuses no cesan de pasar. Por supuesto, si desea hacer las cosas como de verdad se hacen, entonces el subway (metro) sería lo ideal. En ningún lugar le van atropellar o maltratar, al contrario, la atención que nosotros siempre hemos recibido ha sido de mucha cortesía y como que todos se complacen en orientar al que no es de allí.



Con respecto al costo de la estancia, no se tiene que atormentar, esta ciudad es para todos los presupuestos. Nueva York es una ciudad real, no una trampa para los turistas, donde viven millones de personas de todos los niveles económicos. Los precios de los hoteles son bien adecuados de acuerdo a la categoría del establecimiento. Los restaurantes son aun más flexibles, desde un delicioso perro caliente en una esquina hasta un plato exquisito en uno de los restaurantes más exclusivos del mundo. Realmente no importa lo que su apetito desee o su bolsillo pueda pagar, en Nueva York lo va a encontrar.





¿Qué ver en Nueva York? realmente la pregunta es ¿qué no ver en Nueva York? Es tanto lo que esta ciudad brinda, no sólo para los miles de visitantes que recibe diariamente sino para los millones de residentes que tiene, que hay muy poco que allí no haya. Pero bueno, Central Park es entretenido donde puede caminar en compañía de las ardillas y disfrutar de un paseo en coche. En Broadway puede ir a ver las mejores obras de teatro de todos los Estados Unidos, por cierto no deje de ver el show de Radio City a media cuadra del Centro Rockefeller. Little Italy (La Pequeña Italia) es un buen lugar donde ir a cenar. Puede tomar una lancha o bote para ir a la isla donde se encuentra la Estatua de la Libertad, símbolo tan grandioso de la humanidad. Puede subir a alguno de los rascacielos para que le chiflen los oídos y desde allá arriba ver la gente en la calle del tamaño de hormiguitas. Los museos de Nueva York, junto con los de Washington D.C., se consideran los mejores de la nación.





Pero nos falta lo más importante; aparte del simple hecho de caminar y caminar y en el proceso ver todas las banderas del mundo y todas las curiosidades conocidas y todas las no imaginables, lo que más atrae al visitante a esta ciudad son las tiendas. Sea una mesa en la acera donde alguien expone su mercancía o una de las tiendas más selectas que existen, es en Nueva York a donde se va de compras. Los precios de la ropa de última moda, según aquellos que saben de esas cosas, son muy razonables. Los efectos electrónicos, las prendas, los adornos, las antigüedades, sea lo que sea, si no lo encuentra en esta ciudad es muy probable que sea porque no existe.





Pero todo lo mencionado es insignificante con la verdadera magia de Nueva York. No importa cuanto uno se niegue a ir a esta ciudad, no importa todo el miedo injusto que las películas infundan o cuanta crítica se le haga, aun hasta daño físico, Nueva York sigue tranquila, esperando con toda la calma del mundo. Entre aquella cantidad incontable de personas o la gritería de algunos alborotosos, la ciudad permanece callada, segura de sí misma, sólida como una roca. Porque sabe que tarde o temprano todo caminante por ella tiene que caminar.








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LA ESTATUA DE LA LIBERTAD

Pocos monumentos en el mundo dicen tanto como la Estatua de la Libertad. La libertad de por sí es algo que muchas personas en el presente tomamos por dada, pero no ha sido siempre así, aun en el mundo en que vivimos hay muchas personas que desean poder decir lo que sienten sin tener que sufrir represión del estado. La Estatua de la Libertad representa eso, la libertad y respeto al derecho de cada persona. También es la bienvenida a un nuevo día, a una nueva vida, a la ilusión de poder soñar con un mejor mañana. Su antorcha es la luz de los pobres, de los rechazados, que una vez llegaron a tierras nuevas y con esa ilusión y su sudor hicieron una gran nación.



Esta estatua fue un regalo de Francia al pueblo de los Estados Unidos de América. La ocasión fue la conmemoración del centenario de la independencia de los Estados Unidos. La estatua fue diseñada por el escultor francés Frederic Auguste Bartholdi con la ayuda estructural de Alexandre Gustave Eiffel (quien también diseño la torre que lleva su nombre en París). Se inauguró el monumento en 1886, pero los años deterioraron la bella figura de la Srta. Libertad y en su centenario tuvo que ser totalmente restaurada.





En el interior de la base y la estatua hay escaleras y un elevador. Cuando se permite subir, que no han sido todas las veces que hemos visitado, se puede llegar hasta la parte superior de la estatua, a la corona en la cabeza. Tenemos entendido que antes se podía llegar hasta la antorcha, pero ya no lo permiten.



La estatua de por sí es un verdadero coloso. La altura de la base a la antorcha supera los 46 metros (de la tierra hasta la punta de la antorcha le falta un centímetro para lograr los 93 metros). Las siete puntas de la corona representan los siete mares o los continentes, de acuerdo a quien esté haciendo la narración. En el pedestal de la Estatua hay un museo donde se describe toda su historia.


La Estatua de la Libertad se encuentra en Liberty Island (Isla de la Libertad). Esta isla es un parque nacional. Anualmente cerca de tres millones de personas visitan este parque; lo cual se puede hacer en lanchas que salen desde la ciudad de Nueva York y desde la costa del río Hudson en Nueva Jersey. El costo de mantener el monumento, los jardines y en general el parque nacional es de aproximadamente diez millones de dólares anuales.





No muy lejos de Liberty Island se encuentra Ellis Island. En esta otra isla es donde se procesaban los emigrantes en su llegada al puerto de Nueva York. Se estima que por Ellis Island hayan llegado al Nuevo Mundo más de 12 millones de emigrantes. Este centro de recibimiento operó de 1892 a 1954; en el presente es un museo.





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Comer en NYC

En Nueva York cualquier hora y cualquier sitio es bueno para comer. Los locales de comida rápida están a cualquier hora del día ocupados. Es habitual encontrarse con los puestos callejeros en donde los neyorquinos compran los perritos calientes, los knishes o los pretzels, que después comerán mientras siguen su camino.
Además de los puestos callejeros, lo que más abunda en Nueva York son los Delis. Los Delis son locales donde se sirven el desayuno y el almuerzo para llevar. Por un precio muy económico se puede elegir entre donuts, pasteles, tartas, pasta, carne, marisco, fruta... además de las bebidas, café, agua, cola, zumos de frutas, cerveza ...
Si quiere desayunar o comer en el mismo local donde le sirven la comida, pero también a un precio económico, hágalo en un coffe-shop o en un dinner. Aquí podrá elegir en un extenso menú donde tendrá para desayunar huevos fritos, huevos revueltos, tortillas, bacon, salchichas, salmón ahumado, cereales, gofres, donuts ... Para el almuerzo en los coffe-shop podrá encontrar una buena colección de bocadillos, sandwiches y hamburguesas.
Para almorzar y cenar además de las innumerables hamburgueserías y pizzerías, por un precio algo más elevado podrá comer en un café temático. Estos locales son auténticos museos donde podrá encontrar auténticas piezas de coleccionista. Estos son algunos ejemplos:
Planet Hollywood - Cine
Hard Rock - Música
Fashion cafe - Moda
Jekyll & Hyde - Terror
En Nueva York también podrá degustar de la cocina de todo el mundo. Restaurantes, italianos, chinos, españoles, argentinos, mexicanos, etc. abundan por toda la ciudad.
Si el dinero no es ningún problema podrá comer en los mejores restaurantes del mundo. Para hacerlo tendrá que realizar una reserva con unos días de antelación, vestir para la ocasión y estar preparado para pagar una alta factura y una no menos despreciable propina. A cambio degustará de exquisitos platos preparados por unos de los mejores chefs del mundo.
Durante los fines de semana, se impone el brunch, toda una institución en la ciudad que es ofrecido por la mayoría de los restaurantes a partir del mediodía. El brunch es una mezcla de Breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo) y la oferta es muy variada.

Beber


En Nueva York se bebe tanto como se come. En cualquier coffe-shop o restaurante, nada más sentarse se sirve un vaso de agua helada, tanto en verano como en invierno. Este vaso se irá rellenando a medida que se vacíe.
El café o el te, que se toma desde primera hora de la mañana, es imprescindible para empezar a funcionar en el trabajo. Es natural ver al neoyorquino trasladarse al lugar de trabajo portando el vaso que irá consumiendo por el camino. El café dista mucho del tomado en Europa y Sudamérica, y aunque en EEUU es muy apreciado, el visitante rechazará su consumo después del primer trago. Si desea tomar un buen café, lo podrá hacer en cualquier cafetería italiana pidiendo expresso o capuccino, aunque eso sí, a un precio mayor.
Las bebidas refrescantes se encuentran por todas partes y en todas sus variantes, y en la mayoría de las ocasiones es más barato que una botella de agua. La cerveza es la única bebida alcohólica que se puede comprar en los supermercados, delis o tiendas de comestibles. El resto de bebidas con bajo o alto grado de alcohol sólo se pueden adquirir en licorerías. Además el consumo de este tipo de bebidas no está permitida ni a menores de 21 años, ni a cualquier edad en la calle aunque esté cubierta la botella o lata que la contiene.


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De Compras en NYC
Principales Grandes Tiendas y Malls

En Nueva York existe una gran cantidad de tiendas y centros comerciales, en los que se puede encontrar de todo y a todos los precios. Generalmente los establecimientos especializados suelen concentrarse en barrios o en calles. Un ejemplo de ello lo tenemos en la calle 47 entre la 5ª y 7ª avenida (Diamond Jewelry Way), donde se reunen un gran número de joyerías, regentadas por judíos.
En la compra de ropa o calzado, hay que prestar atención con las tallas ya que éstas no se corresponden con las europeas (ver tablas). Ciudado con la compra de cámaras de video, videoreproductores, videocasettes y televisores, pues el sistema de televisión americano es distinto al europero y se producirá una considerable pérdida de calidad de imagen. Los aparatos eléctricos funcionan a 110 voltios con un tipo de clavijo plano.
Aunque las épocas de rebajas son al término de Navidad y en febrero y agosto por fin de temporada, siempre existen productos rebajados, pudiéndose hacer con veraderas gangas. Siempre es recomendable comparar precios en disitintos sitios, ya que puede haber grandes diferencias. Todas las compras se pueden pagar con tarjetas de crédito y cheques de viaje. Por lo general los precios no tienen incluido el tax que es de 8.25%.

CONVERSOR DE TALLAS DE CALZADO



EEUU

EUROPA

Señora

5 6 7 8 9 10 11
35 38 39 40 42 43 44

Caballero

6 7 8 9 10 11 12
38 39 40 42 43 44 45




CONVERSOR DE TALLAS DE TRAJES Y ABRIGOS



EEUU

EUROPA

Señora

6 8 10 12 14 16
38 40 42 44 47 50

Caballero

36 38 40 42 44 46
46 48 50 52 54 56









Bergdorf Goodman
754 Fifth Avenue
New York, NY 10019
Localización: 5ª Avenida con Calle 58
Tel.: (212) 753-7300
Tel. gratuito: (800) 558-1855

Bloomingdale's
1000 3rd Avenue
New York, NY 10022
Localización: 3ª Avenida, entre las Calle 59 y 60
Tel.: (212) 705-2000

Macy's
151 West 34th Street
New York, NY 10001
Localización: Calle 34, entre Broadway y 7ª Avenida
Tel.: (212) 695-4400

Manhattan Mall
100 West 33rd St
New York, NY 10001
Localización: Calle 33 con Broadway
Tel.: (212) 465-0500
Fax: (212) 465-0603

Saks Fifth Avenue
611 Fifth Avenue
New York, NY 10022
Localización: 5ª Avenida, entre las Calles 49 y 50
Tel.: (212) 753-4000

South Street Seaport
19 Fulton Street
New York, NY 10038
Localización: Fulton Street con South Street
Tel.: (212) 732-0463

Takashimaya
693 Fifth Avenue
New York, NY 10022
Localización: 5ª Avenida, entre las Calles 54 y 55
Tel.: (212) 350-0100

The Shops at Columbus Circle
Columbus Circle
New York, NY 10019
Localización: Columbus Circle

Trump Tower
725 Fifth Avenue
New York, NY 10022
Localización: 5ª Avenida, entre las Calles 56 y 57



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EL METRO - SUBWAY

El subway (o metro) de Nueva York es algo que todo visitante a la ciudad debe de conocer. No es una atracción turística, es un sistema de transporte muy real e importante en la vida diaria de la ciudad. Pero es tan típico en esta ciudad que se merece visitar.

Una vez que usted baja y pasa la taquilla es como entrar en un mundo totalmente diferente al que hasta entonces ha conocido. Como los metros en otras ciudades una vez que usted está adentro, allí se puede pasar el resto de su vida cambiando de un tren a otro en las innumerables estaciones. Pero eso no es a lo que nos referimos.





Allá abajo, en la plataforma y otras áreas pasada la taquilla, es como un mundo privado compartido con millones de otras personas. Se estima que diariamente más de tres y medio millones de personas usan este tipo de transportación en Nueva York. Pero bueno, todo suena diferente y todo se ve diferente. Nosotros lo vimos todo muy recogido y ordenado, los trenes los mantienen muy limpios tanto por dentro como por fuera. En algunas estaciones, las grandes, vimos y oímos músicos tocando por propina, lo cual le da una dimensión muy acogedora porque en aquellos túneles el sonido resuena. No es feo, al contrario, es un lugar que tiene mucha gracia y magnetismo, muy atractivo una vez que lo conoce y acepta por lo que es.





Con respecto al peligro, sinceramente nosotros no vimos nada que fuera ofensivo. Al contrario nos sentimos muy seguros, nadie nos molesto y en algunos lugares vimos personas que parecían ser guardias o al menos encargados de mantener el orden, pero sólo estaban allí paradas mirándolo todo. Aunque de acuerdo a ciertas personas es algo peligroso de noche; realmente no sabemos y sólo podemos sugerirle que le pregunte a los empleados del hotel, incluyendo a donde piensa ir y a la hora que piensa regresar; así hicimos nosotros y nos dijeron que no había ningún problema, al contrario, nos lo recomendaron. Claro, como siempre, estábamos bien al tanto de todo lo que sucedía.





Nuestros planes en esta visita a Nueva York no incluían montar en el subway. En parte intimidados por tanto terror que infunden las películas y en parte porque no teníamos la necesidad. Cuando decidimos ir a Little Italy (La Pequeña Italia) fue la hora del tráfico y al demorarnos en encontrar un taxi pensamos que tal vez era hora de conocer el famoso sistema de subway de Nueva York. Así lo hicimos y al menos para aquellos de nosotros que nunca habíamos montado antes, fue una experiencia tan agradable que pasará a ser una de nuestras inolvidables.







Hay varias líneas de subway, más de veinte que corren por más de 385 kilómetros, que le llevan a todas partes en Manhattan y algunos de los otros barrios de la ciudad. Pasan muy a menudo, si se le va uno, no se preocupe que el próximo estará allí en pocos minutos. Trabajan las 24 horas, aunque por la noche y los días que no son laborables se demoran más. Tenemos entendido que también hay dos clases de servicio; uno local que para en todas las estaciones y otro expreso. Lo mejor es preguntar en su hotel antes de usarlo por primera vez. Otro detalle importante es estar seguro de tomar el subway que va en la dirección que usted desea. Pero no es nada de preocupación, después de un par de viajecitos se convertirá en un experto.








LA CATEDRAL DE SAN PATRICIO



En la Quinta Avenida de Nueva York, a la altura de la calle 50 a media cuadra de Rockefeller Center, encontramos la catedral de St. Patrick (San Patricio). Esta catedral es la iglesia católica más concurrida en Nueva York. Se estima que unos tres millones de personas cruzan sus puertas anualmente.



Antiguamente la catedral se encontraba en la sección de Manhattan conocida por Little Italy (La Pequeña Italia), en las calles Prince y Mott . La construcción del templo que es hoy la catedral se comenzó en 1858, eventualmente llegando a servir como iglesia en 1879, las renovaciones y adaptaciones continuando hasta el presente. Aun si su fe no es la católica, entrar y ver esta iglesia por dentro es algo que al menos debe hacer una vez en la vida. No se preocupe que nadie le va a sugerir que se convierta a esta religión, ni siquiera le van a cobrar la entrada, pero sí es un lugar donde se ora y por tanto se merece todo el respeto.





La arquitectura de esta catedral es gótica. Es la iglesia de este estilo más grande en los Estados Unidos. Las dos torres tienen una altura que superan los cien metros desde el nivel de la calle. Adentro tiene capacidad para dos mil doscientas personas sentadas. La catedral de St. Patrick ha sido visita por dos papas: Pablo VI en 1964 y Juan Pablo II en 1979. Para aquellos de la fe católica es mucho más que un bello templo de proporciones considerables que atrae el interés turístico, es una verdadera catedral y la sede del arzobispo de Nueva York.


www.caminandosinrumbo.com

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