28 junio 2007

CURACAO


Curazao es una isla realmente diferente

By ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald


Más que una isla de mar aguamarina y gente sencilla y educada, Curazao es una experiencia cultural, con edificaciones coloniales holandesas y herencia africana, ubicada a cincuenta kilómetros al norte de la costas de Venezuela.

Es un destino ideal para un viaje romántico, y una isla propicia para nadar en playas de arena blanca, cuya cocina es recomendable para paladares altamente inclinados al pescado y los mariscos.

Es un lugar lleno de música, de brisas y alegría donde los norteamericanos se sienten cómodos, los hispanos la pasan como en su tierra y los judíos oran, en la sinagoga Mikvé Israel-Emanuel, la más antigua de occidente --con servicios religiosos continuos--, y comparten en paz con musulmanes, protestantes y cristianos.

La primera sorpresa que recibe el turista cuando llega a Curazao es la luminosidad del cielo azul, el colorido de la arquitectura, los techos anaranjados, y el poder conversar con personas que en el taxi, el mercado, los almacenes o en el parque, hablan inglés, español, holandés y papiamento, como si de tomarse un vaso de agua se tratara.

''Yo hablo seis lenguas'', aclaró Eva Mercedes Crata Cuales, para resaltar que además, sabe alemán y francés, lo cual es muy común en su círculo social. El papiamento es una mezcla de portugués, español y holandés.

Dos horas y media de vuelo separan a Miami del aeropuerto de esta isla en la que conviven gentes de cincuenta y tres nacionalidades.

Curazao está fuera de la ruta de los huracanes y se ha convertido en una vedette del turismo internacional.

El Keshi Yená, a base de queso relleno con carne o pollo y gratinado, es uno de los platos exquisitos de la gastronomía local.

Cada vez hay más europeos, latinos y norteamericanos gozando de sus 35 playas, la música, casinos, maravillosos hoteles y restaurantes; discotecas, y sitios de atracción turística.

Ensenadas como la del Lodge Kurá Hulanda, en Westpunt, son verdaderos paraísos para los amantes de los deportes marinos. Los curiosos de la historia podrán visitar museos con testimonios donde se enseñan y recrean los vergonzosos capítulos de la esclavitud que comprometen la conciencia de holandeses y otras potencias de la Europa del siglo XVII y XVIII.

Plantaciones como la de Santa Marta, en el norte de la isla, o el museo de Jacob Gelt Dekker, en Willemstad, exhiben réplicas de galeras, grilletes y cadenas de hierro que usaban los traficantes de africanos.

Curazao fue uno de los puertos más importantes del mapa colonial del comercio de esclavos en el Caribe.

BOLIVAR EN CURAZAO

Los seguidores de Simón Bolívar también descubrirán la huella dejada por el Libertador, quien ante el fracaso de la primera república venezolana, tuvo que buscar refugio en Curazao. Arribó en octubre de 1812 y recibió apoyo económico y amistad de Mordechay Ricardo, un adinerado y conocido judío curazaleño, quien puso a su disposición una de sus propiedades en el sector de Punda. Días más tarde llegaron María Antonia y Juana, las dos hermanas de Bolívar para hospedarse en el Octagón, otra edificación del señor Ricardo.

El Octagón forma parte en la actualidad del Hotel Avila y está convertido en un museo que guarda muebles, óleos, banderas, publicaciones, grabados y reliquias que pertenecieron a los hermanos Bolívar.

De Curazao Bolívar se dirigió a Cartagena adonde llegó en diciembre de 1812 para iniciar el camino hacia la gloria.

GOBIERNO Y ECONOMIA

Punda y Otrabanda son los dos más importantes sectores de la ciudad de Willemstad.

A pesar de su escasa superficie --444 kilómetros cuadrados y 140,000 habitantes--, la isla posee una serie de encantos que llenan las expectativas de cualquier visitante, empezando por la gran seguridad que se respira, el nivel educativo y la cordialidad de sus pobladores, sin olvidar la ausencia de mendigos.

Los curazaleños tienen pasaporte holandés debido a que Curazao --la mayor de las islas--, junto con Bonaire, San Eustaquio, Saba y San Martín, forman parte de las Antillas Holandesas, que constituyen un territorio autónomo dentro del Reino de los Países Bajos.

Al terminar su secundaria muchos profesionales viajan becados por el gobierno holandés y concluyen sus estudios universitarios en Holanda o Estados Unidos.

''Viví cinco años en Amsterdam, pero me regresé porque extrañaba a mi gente y el clima'', dijo Nazira Saab, ejecutiva del Marriot Beach Resort and Emerald Casino.

La capital es Willemstad, donde funciona la sede del gobierno central y se concentra la actividad política.

La defensa, las relaciones exteriores, la estabilidad legal y la contraloría financiera y administrativa están en manos de La Haya, en Holanda. Se practica la democracia parlamentaria y se realizan elecciones cada cuatro años. El Colegio de Ministros es elegido por el Parlamento y hay dos niveles de gobierno: el central, con un parlamento que cuenta con representaciones de todas las islas y cuya sede se encuentra en Curazao, y el local de cada isla, con su propio gobierno consistente en un Consejo Insular y un Colegio de Diputados. El gobernador de las Antillas Neerlandesas es el representante del Reino de los Países Bajos. El representante del poder central en cada isla es el Teniente Gobernador, que tiene facultades ejecutivas.

El puerto de Willemstad, localizado a orillas de una bahía natural en el sur de la isla, es el puntal económico de Curazao. Diariamente se ven desfilar por el mayor dique seco de la región, los barcos que siguen la ruta del Canal de Panamá.

La principal industria es el refinado de 320,000 barriles diarios de petróleo importado de Venezuela, y operado por PDVSA, lo que la convierte en la 3a. mayor refinería del Caribe.

El turismo y la banca Offshore --o, paraísos fiscales, ``en el mar''-- son otros bastiones de su economía, ya que dan empleo al mayor porcentaje de la población.

Su actual condición de puerto libre la convierte en un punto favorable para la compra sin impuestos de perfumes, quesos holandeses, mantelería y otras mercancías.

ISLA DE GIGANTES

La isla es un lugar que históricamente está asociado, primero a España, que la descubrió accidentalmente a través de las expediciones de Alonso de Ojeda en el año 1499, durante sus expediciones por las costas venezolanas en busca de oro y perlas. Su compañero de aventuras Américo Vespucio la denominó Isla de los Gigantes, asombrado por la estatura de los indígenas que la poblaban, pertenecientes a las tribus de los caiquetios, de la familia arawak.

En 1621, los neerlandeses buscadores de madera y sal ponen pie en la isla. Pero fue en 1634 cuando Johan van Walbeeck reclamó la isla para los Países Bajos, navegando al frente de una expedición de la Compañía holandesa de las Indias Occidentales. Los judíos sefardíes expulsados de España y Portugal emigraron al Brasil y de allí pasaron a la isla a mediados del siglo XVII. El territorio fue ocupado por los ingleses en dos oportunidades: 1800 a 1803 y 1807 a 1816.

En la isla de gentes acogedoras, se respira tranquilidad, tolerancia y cultura.

CURAZAO MULTIETNICO

Algo común en Curazao es encontrarse con gentes cuyas raíces provienen de Holanda, España, Portugal, Israel, Líbano, Africa, India o America.

Eva Mercedes Crats Cuales, estaba sentada en una terraza de Otrabanda, frente al muelle de la bahía de Santa Ana, --o St. Annabaal-- donde parte cada veinte minutos, hacia Punda, el ferry que hace el trasbordo de los habitantes y turistas de Williamstad. Este ferry y el Puente Elevado de doscientos metros de largo y cincuenta de alto, son la forma cotidiana de comunicarse entre las dos islas que integran Curazao.

''Soy curazaleña neta'', dijo Eva Mercedes. ``Pero tengo abuela colombiana y abuelo brasileño.

``Mi abuela pertenecía a una familia adinerada de Santa Marta, Colombia. En aquel tiempo las familias ricas de la costa colombiana enviaban a sus hijas al internado del colegio católico para que estudiaran con las monjas. Tengo primos en Colombia y acostumbro ir a visitarlos todos los años''.

Eva se mueve al son de una música antillana que trae la brisa. A pocos metros, en la Plaza Almirante Brion, del Willemstad antiguo, se inaugura con folclor local la semana cultural, de turismo y gastronomía, que organiza el gobierno municipal con el propósito de preservar los valores auténticos.

''Mi padre se llamaba Teófilo Segundo Cuales'', dice, ``y era muy conocido en la isla.

``Fue el primer hombre de color en tener su negocio propio en Curazao. ``Traía muebles y ebanistas de Colombia. Un dIa en un concierto de cámara necesitaban un violinista. Mi padre lo era, se integró al grupo y ahí conoció a mi mamá''.

Otrobanda es una de las áreas de mayor riqueza histórica y artística del Caribe. Es un barrio cuya fundación hay que buscarla en los siglos XVIII y XIX. Por sus callejones se camina y se siente el pasado europeo y africano.

El silencio lo rompe las voces de los nativos que animan en papiamento una partida de dominó, mientras en un quiosco una colombiana prepara un batido de frutas para aliviar el sol de 100 grados F.

Los nombres de los guías indican sus raíces étnicas: Jopi y Anko van der Woude en Otrobanda y Eveline van Arkel y Gigi Scheper, en el sector de Punda.

''Curazao también alberga el cementerio judío más antiguo del Nuevo Mundo'', me dice Eveline van Arkel, en la ruta a la residencia del gobernador.

Los curazaleños se sienten muy orgullosos informando al visitante que la capital de la isla fue incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO.

La isla cuenta con una serie de fortalezas, algunas transformadas en museos y restaurantes, como la de Nassau, desde la cual se disfruta de una vista panorámica privilegiada de la ciudad.

La gente es hospitalaria y su ritmo de vida forma parte de la tradición del Caribe, con la diferencia de que el curazaleño es simpático y fiestero, pero no bullanguero y estridente como los de otras islas y costas de las Antillas.

Para la publicista norteamericana Jody Diamond, ''hija adoptiva'' de Curazao, ``en este paraíso del Caribe hay 365 días de sol e igual número de atardeceres para olvidarse del mundo en la playa, con una copa de vino y ver caer el sol''.

La moneda nacional es el florín de la Antillas Holandesas, que por estos días se cotiza así: 1 $US = 1.77, para el efectivo.

En material de fiestas son tan comentados los carnavales que celebran con bailes callejeros, conocidos como jump-ups, al igual que el festival de salsa que congrega todos los años a conocidos músicos de América Latina y las islas del Caribe.

Venezuela ha sido el país con el que Curazao ha mantenido más estrechos y permanentes vínculos comerciales. No sólo el petróleo y las 33 millas que separan sus costas, sino que de la tierra de Bolívar llegan diariamente lanchas con verduras, frutas y otros productos que se venden en un pintoresco mercado flotante.

ecordoba@bellsouth.net

INFORMACION: Curazao Tourist Board: 1-800-328-7222. www.curacao.com

RECUADRO: Aun cuando la mayor parte de la isla habla español, puede sacar una sonrisa y encontrar buenos amigos, si trata de pronunciar las siguientes frases:

Papiamento Espanol

Bon dia Buenos dias

Bon tardi Buenas tardes

Bon nochi Buenas noches

Awe Hoy

Ayera Ayer

Danki Gracias

Dushi Agradable, cariñoso

Kon ta bai ¿Cómo está?

Mi ta bay bon, danki Estoy bien, gracias

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