04 agosto 2005

RIO DE JANEIRO






RIO DE JANERIO - La ciudad Maravillosa




Rio de Janeiro es la más conocida tarjeta postal de Brasil.
Sus imágenes están íntimamente asociadas al Pão de Açúcar, al Corcovado, al fútbol, los desfiles de las escolas de samba y la gente guapa, alegre y bronceada.

Este Rio de Janeiro, es también la capital del estado del mismo nombre - un estado exuberante y que cautiva por su belleza natural, enmarcada por una geografía privilegiada y por la manera de ser de sus habitantes, que concilian como pocos el arte de trabajar y vivir intensamente de un modo sencillo.

Durante casi dos siglos y medio, de 1716 a 1960, la ciudad de Rio de Janeiro fue la capital de la Colonia, del Imperio y de la República de Brasil, Como una prima donna, reinó en la política, la economía, la cultura y como centro financiero y social del país.
Con la transferencia de la capitalidad a Brasilia, en 1960, Río perdió su status político, pero no su encanto y su título de "ciudad maravillosa". Ha mantenido intacta su vocación de centro cultural y turístico y sigue siendo la principal puerta de entrada de extranjeros que vienen al país.

De la fusión entre la antigua capital y el estado de Rio de Janeiro-Guanabara resultó una potencia económica.

El nuevo estado se convirtió en el mayor productor de petróleo del país, extraído en la plataforma continental del municipio de Campos, en el interior del estado.
Con su petróleo descubierto en 1974 y utilizando tecnología nacional de explotación en aguas profundas, la producción de la Cuenca de Campos alcanza 52.600 m3 (330.000 barriles) al día, lo que corresponde al 70% de la producción nacional de petróleo.

Muchas áreas del estado poseen el encanto característico de la metrópolis. El litoral del estado es uno de los más bellos de Brasil, con sus bahías, ensenadas y playas de todos los tipos y para todos los gustos.


Enclavada entre la montaña y el mar, Rio de Janeiro es una ciudad poco común por su geografía, y es seguramente el punto del territorio brasileño más conocido en todo el mundo.
Incluso aquellos que poseen un conocimiento mínimo de Brasil, al oír hablar del país, lo asocian automáticamente a la "ciudad maravillosa".

La capital del estado reúne bellezas naturales que van desde las playas que recortan sus costas, como las de Arpoador, Ipanema y Copacabana, hasta los montes que marcan su paisaje, como el Corcovado y el Pão de Açúcar.

En Río está el mayor bosque urbano del mundo, el de Tijuca, totalmente reforestado en la segunda mitad del siglo XIX. La ciudad es además uno de los principales centros irradiadores de cultura nacional, cuna de tres géneros musicales brasileños - el choro, la samba y la bossa nova.


Muchos atribuyen la forma de ser alegre y comunicativa del carioca a la vida nocturna de la ciudad, así como la poesía que brota en las esquinas y el florecimiento de las artes, a la privilegiada naturaleza geográfica de Rio de Janeiro.
Al lado de la ciudad tarjeta-postal, existe, sin embargo, otra ciudad, la de los montes cariocas, donde destacan las favelas y la pobreza - pero donde nació también la mayor manifestación popular del país, el que mezcla a ricos, pobres y a todas las etnias en una misma avenida.

En Carnavales, se baila en los clubes y en las calles y, desde 1982, el mayor desfile de escuelas de samba del mundo se realiza en el Sambódromo, pasarela proyectada por el arquitecto Oscar Niemeyer.

En la capital vive el 40% de la población del estado - 5,5 millones de habitantes - distribuida en más de 150 barrios. Algunos de ellos son tradicionales como el de Santa Teresa, al cual se accede cruzando en tranvía el antiguo acueducto conocido como Arcos da Lapa.

Otros son modernos centros urbanos, como la Barra da Tijuca, a orillas del mar.

En Río se encuentran, además, algunas de las universidades de más prestigio de Brasil y tiene más de 60 centros de investigación y cursos de posgrado en diversas áreas del conocimiento.


En las calles del centro, monumentos y edificios públicos de la época en que la ciudad fue capital de la Colonia, el Imperio y de la República forman uno de los mayores acervos culturales del país.

De su época de oro, la ciudad conserva importantes acervos artísticos y edificios públicos, como la antigua sede del Banco do Brasil, donde funciona en la actualidad un dinámico centro cultural, el Teatro Municipal, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Palácio Itamaraty, que fue la sede del gobierno republicano y del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Museo Nacional de la Quinta da Boa Vista, antigua residencia imperial, el Museo Histórico Nacional da Quinta da Boa Vista, antigua residencia imperial, el Museu Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional, además de monumentos y bellísimos ejemplares de arquitectura religiosa, como la Igreja da Candelaria y el Mosteiro de São Bento.

El Corcovado

Dentro de todas las posibilidades que ofrece Río de Janeiro, el Cristo del Corcovado es uno de los puntos más visitados. Uno de los motivos es que desde cualquier parte de Río, tanto de día como de noche, se aprecia la estatua del Cristo.

De ahí que la tentación de conocerlo de cerca es tan grande. Por otro lado, la vista que ofrece de la ciudad -especialmente de la zona sur - es magnífica.

El ingreso está habilitado entre las 8 y las 18 hs y el costo es de unos U$4 por persona si se ingresa en vehículo o caminando. En tren, el acceso cuesta U$ 8 por persona incluyendo el boleto.
El ascenso en tren es muy pintoresco y dura unos 15 minutos a través del Bosque Atlántico, una exuberante vegetación que a su vez sirve para escapar del intenso calor en los días de verano.
La base del Cristo tiene una serie de plataformas de cemento a distintas alturas que culminan en los propios pies del monumento. Los ascensos entre plataformas son mediante escaleras, desde las cuales comienzan a percibirse los distintos puntos panorámicos de la ciudad.

En primer lugar se ve el sector sur de Río, con la Laguna Rodrigo de Freitas, las playas de Ipanema y Leblon, el Jardín Botánico, el Jockey Club y gran parte del Parque de Tijuca.
Siguiendo el recorrido hacia el norte, aparecen Copacabana, Botafogo, Flamengo, la Bahía de Guanabara y el Pan de Azúcar.
Desde el frente del Cristo, a unos 710 m. de altura, se observan el centro de Río, la Bahía de Guanabara y Niteori. Habitualmente hay una nube gris sobre estas zonas producto de la gran polución.
Hacia el oeste aparecen el Estadio Maracaná y una parte del Parque Tijuca.El Cristo es una figura de concreto de unos 30 mts. de altura, que con sus brazos extendidos parece cobijar a toda la gran ciudad.


La estatua fue construida por Hector da Silva Costa, con colaboración de Paul Landowsky, entre 1926 y 1931. En las diferentes plataformas, hay un centro de informes, tiendas de souvenirs, sanitarios y bares donde se puede comer y beber a precios moderados.

Si no cuentas con muchos días para visitar Río, sugerimos optar entre el Corcovado y el Pan de Azúcar. Cual es mejor? Ambos son excelentes paseos, pero el Pan de Azúcar tiene más plataformas de observación, con lo cual permite disfrutar mejor el paseo y pasar buena parte del día con tranquilidad.

El Corcovado recibe una cantidad enorme de turistas durante todo el año, y a veces cuesta conseguir espacios para descansar o sacar fotos. En cualquier caso, es fundamental hacer estas visitas en días despejados, y preferentemente por la mañana.

Cómo se llega?En auto se accede por la Rua Cosme Velho o la Puerta de los Macacos, cercano al Jardín Botánico.
En el recorrido es bueno tomarse unos minutos en los miradores de Vista Chinesa, Mesa del Emperador y Doña Marta, para apreciar el paisaje.

El tren parte desde la Rua Cosme Velho 513, en el barrio homónimo, desde las 8:30 h.

Recomendamos también utilizar los buses de transporte público que llegan desde Leblon, Ipanema, Copacabana, Botafogo o Flamengo.

También el Bus Turístico City Río -línea naranja- tiene una parada en la Estación del Tren. Duración: 2 horas (mínimo)Precio estimado: entrada U$ 4 por persona. Tren más entrada: U$8 por persona.Epoca: todo el añoHorarios: 8 a 18hs.Forma de llegar: acceso al tren en Rua Cosme Velho (Barrio Cosme Velho)TE: 2558-1329



Pan de Azúcar

Está ubicado en una pequeña península que marca la entrada de la Bahía de Guanabara, y en ella se levantan dos morros de altura escalonada: el Urca de unos 220 m. y el Pan de Azúcar de 575 m.
El acceso está ubicado frente a la Plaza General Tiburcio, y en la Estación del Teleférico se compran los tickets para cualquiera de las dos etapas.
El precio de ambos tramos es de unos U$ 8 por persona. En la Estación hay una infraestructura básica para turistas, compuesta por tiendas de souvenirs, sanitarios, centro de informes, pantallas con información y fotos de la historia del teleférico.
El servicio funciona entre las 8 y las 22 hs. y entre cada salida hay unos 30 minutos, pudiendo ser menos si hay suficiente cantidad de público. Cada año un millón de personas realizan este paseo.

El primer tramo finaliza en el Morro de Urca. Desde el inicio del recorrido se va palpitando la excitación de los visitantes, ya que la cabina es totalmente vidriada y permite apreciar inmediatamente magníficas vista aéreas de la playa Vermelha y el mar.
La plataforma de Urca es muy amplia, con sendas en medio de la vegetación y miradores naturales en diferentes alturas desde donde se tienen fantásticas vistas de casi 360 grados que incluyen la playa de Copacabana, el mar, el Cristo, el centro, la Bahía de Guanabara y Niteoroi.

En esta plataforma hay un restaurante, bares con comida rápida y bebidas, tiendas de souvenirs y sanitarios.También existe la posibilidad de ampliar el recorrido, tomando un helicóptero con diferentes tramos: el más corto sobrevolando el Corcovado, las playas y el Pan de Azúcar dura 7 minutos y cuesta unos U$43 por persona.
Poco tiempo? No lo creas, es una buena opción porque la experiencia es increíble. Hay tramos más extensos si eres fanático de las alturas y recorridos nocturnos que se deben reservar con anticipación.En la ladera que da hacia Botafogo, algunos deportistas hacen sus primeras experiencias en ascenso vertical. No es mucha la altura, pero la pendiente es muy pronunciada.

El segundo tramo llega finalmente al Pan de Azúcar. Otra vez el recorrido en la cabina es maravilloso y al descender en la plataforma la vista de 360 grados es todavía más impresionante. En este caso incluye los mismos puntos que el tramo anterior, el Fuerte de Saõ João y el palacio miniatura de la Isla Fiscal. Sin embargo la belleza es aún mayor porque está a más altura.
Hay un sendero que bordea la cima del Morro con abundante vegetación y vistas del océano.

El regreso en subida hace perder el aliento, pero vale la pena el esfuerzo.Al igual que en el caso anterior, esta plataforma cuenta con pequeños puestos de comida rápida, souvenirs y sanitarios. Los precios en estos puestos son bastantes moderados, por lo que vale la pena comer, disfrutar la vista y descansar en medio de la naturaleza.
De regreso, es muy recomendable descansar y beber algo en la Playa Vermelha o emprender un recorrido de una media hora por la senda Claudio Coutinho, que comienza en el lado norte de la playa y que está habilitada entre las 6 y las 19 hs.
Esta senda rodea la falda del Pan de Azúcar en medio de mucha naturaleza y con espléndidas vistas al mar abierto. Otra buena opción al visitar el Pan de Azucar es ir por la tarde y presenciar desde lo alto la puesta del sol y Río de Janeiro de noche, con todo el esplendor de la ciudad iluminada.


En 1972 se realizó la actual remodelación que permite transportar hasta 115 pasajeros por viaje, pero se mantiene la forma de diamante que imaginó su fundador.
Duración: 4 horas (mínimo)
Precio estimado: teleférico U$8 (R$20) por persona
Epoca: todo el año
Horario: de 8 a 22 hs
Forma de llegar: acceso al teleférico en Avenida Pasteur 520 (Urca). TE: 2546-8400 / 2541-3737



LOS PRINCIPALES LUGARES TURISTICOS

La zona de Rio de Janeiro incluye los lugares turísticos y playas más destacados de la ciudad: el Corcovado, el Pan de Azúcar, las playas de Copacabana, Ipanema, Leblon, Barra de Tijuca y San Conrado.

Desde el punto de vista geográfico, la ciudad se encuentra en una península enmarcada por el Océano Atlántico y la Bahía de Guanabara.

Los turistas que llegan a Rio atraídos por sus playas se enfrentan rápidamente con la realidad de aguas semicontaminadas, tráfico, vendedores ambulantes y multitudes de bañistas buscando espacio para pasar el día. Para quienes quienes quieren pasar unos días de descanso en la playa, les recomendamos buscar otro destino.

Por debajo de esta primera impresión, aparece la ciudad que los Cariocas aman, con un matiz de posibilidades que no tienen comparable entre los grandes balnearios de América Latina. Esta gama comprende trekking, caminatas, paseos náuticos, visitas culturales, escaladas, parapente, surf y un sinnúmero de opciones para la noche.

Todo ello la convierten en mucho más que un destino de playa, es una ciudad vital y distendida donde a cualquier hora es posible observar personas corriendo, jugando futbol o voleibol, bebiendo, comiendo y conversando en los bares.

También Río es una ciudad de contrastes: elegantes hoteles y caros restaurantes se mezclan con favelas y gente que vive en las calles.

Si bien la seguridad ha mejorado últimamente, es necesario tener precaución, no llevar a la vista objetos de valor y movilizarse sólo con el dinero que sea imprescindible.

Tampoco es aconsejable caminar por la noche en zonas alejadas de los centros turísticos avenidas costaneras y barrios de Ipanema y Leblón.

El centro de Río de Janeiro es ruidoso y muy concurrido durante los días laborales, pero los fines de semana brinda calma para visitar algunos lugares interesantes como el Monasterio de San Benito, el Museo de Bellas Artes, la Catedral y el Museo de la República en Catete.

Por la Avenida Pasteur -en Botafogo- se accede a las instalaciones del teleférico que lleva al Pan de Azúcar. Un primer tramo finaliza en el Morro de Urca desde donde hay unas bellas vistas panorámicas de la ciudad y se puede tomar un helicóptero para recorrer Río desde el aire.
El segundo tramo llega al Pan de Azúcar: la belleza que se experimenta es indescriptible, ya que tiene una vista fantástica de 360 grados con playas, mar, ciudad, la Bahía de Guanabara y el Cristo del Corcovado. Para disfrutar mejor de este espectáculo, recomendamos elegir un día soleado por la mañana.

El Corcovado alberga en su cumbre al Cristo Redentor, estatua de 30 m. de alto que puede verse desde cualquier punto de la ciudad. Se llega en auto, pero es muy recomendable hacerlo por el tren que se toma en la Rua Cosme Velho y que sube en medio de una exuberante vegetación de mata atlántica. En la cima se
tienen increíbles vistas de todo el sur de Río de Janeiro, pero el espacio de las plataformas es reducido, dada la cantidad de gente que lo visita diariamente.

El Parque Nacional Tijuca
fue creado para preservar su rica flora y fauna.
En total cuenta con 3.200 hectáreas de mata atlántica, y es posible recorrerlo caminando, en bicicleta o en auto a través de senderos especialmente delimitados. En todo el paseo existen cascadas, arroyos y miradores naturales con muy bellas vistas de la ciudad y el Océano



LAS PLAYAS !!
Otro de los puntos inevitables de Río de Janeiro es la playa.

Desde muy temprano las personas van llegando, y en verano y fines de semana se hace difícil encontrar un lugar para pasar el día, debido a la gran cantidad de gente.

La playa más popular es Copacabana. Sobre la Avenida Atlántica, que bordea el mar, se encuentran varias decenas de restaurantes y bares cuyas mesas de las veredas están atestados de turistas al mediodía y especialmente por la noche.
Allí también están los hoteles más concurridos. Delimitada por Leme y el Fuerte de Copacabana, es la playa con mayor actividad de día y de noche.

Ipanema
cuenta con un centro comercial con buenas tiendas sobre la Rua Visconde de Pirajá y muchos restaurantes y varios hoteles en sus alrededores.
Si bien su playa es muy concurrida, es más tranquila que Copacabana pero, a excepción de los bares de la costanera, en la Avenida Vieira Souto que bordea el mar, no hay restaurantes ni tiendas, sólo algunos hoteles.

A pocas cuadras del centro se encuentra la Laguna Rodrigo de Freitas con una senda que la bordea completamente, lugar ideal para caminar, andar en bicicleta, almorzar hay bares al aire libre con comidas de diferentes estilos- o dar un paseo en botes cisnes.

Leblon
está delimitado por el Morro Dos Hermanos y el arroyo Jardín de Alá, que lo separa de Ipanema. En el Morro hay una senda con miradores desde donde se aprecia la playa en su extensión y la Laguna Freitas
con el marco del Corcovado por detrás.

En las calles internas de Leblon se encuentran algunos hoteles y varios de los mejores restaurantes de la ciudad. Su playa es menos concurrida y por ello más tranquila. A pocas cuadras se encuentra el Jardín Botánico, un buen paseo para observar especies exóticas de todo el mundo, las tradicionales de Brasil y un espacio especial dedicado al cultivo de orquídeas.

En las avenidas costaneras de Copacabana, Ipanema y Leblon el tránsito se restringe los fines de semana y a partir de las 19 hs. la peatonal es invadida por puestos de artesanos y venta de pinturas y souvenirs. Es habitual que los bares cuenten con música en vivo y un alegre clima festivo.


San Conrado (São Conrado)
se encuentra a unos dos kilómetros al sur de Leblon, en una pequeña bahía rodeada de morros.
A su playa Pepino descienden quienes practican aladeltismo y allí mismo se contrata el viaje para lanzarse desde la rampa de Piedra Bonita y conocer la zona desde lo alto.

La infraestructura turística en San Conrado es muy limitada aunque cuenta con un shopping de tiendas exquisitas - Fashion Mall.
Fiel a los contrastes de esta ciudad, atrás de San Conrado se encuentran La Rocinha y Verdigal, las favelas más famosas del mundo.


Barra de Tijuca
se extiende por varios kilómetros a lo largo de la costa, a unos tres kilómetros al sur de San Conrado. Su infraestructura hotelera todavía no está muy desarrollada, pero en cambio cuenta con una gama variada de buenos restaurantes y el mayor shopping de la región - Barra Shopping. Su playa es muy extensa y abierta, y dado que tiene una baja población estable, es también la más tranquila de la zona.


CARNAVALES

El mayor atractivo de Río de Janeiro es su mundialmente conocido Carnaval . Las escuelas compiten por el mejor puesto y para ello se preparan durante todo el año.

El ambiente del carnaval comienzan varias semanas antes con los preparativos, tiene su punto culminante la noche que se realiza el desfile en el Sambódromo, sobre la Avenida Presidente Vargas, y continúa algunos días más con el festejo de los integrantes de las escuelas.

Para los turistas, es posible participar en las escuelas pagando una tasa que incluye vestimentas y acceso a las sesiones de prácticas.


PARA MOVERSE EN RIO DE JANEIRO

Para movilizarse dentro de la ciudad recomendamos utilizar el sistema público de subterráneos y buses, que permiten llegar a todos los puntos turísticos y playas. Existe también un Bus Turístico con pases por uno, dos o tres días que recorre todos los atractivos turísticos entre el centro y Barra de Tijuca.
Para viajar a las playas próximas, como Búzios, Angra dos Reis o Para Ti, recomendamos alquilar un auto (alrededor de U$50 diarios con kilometraje libre) y manejar con cuidado debido a los frecuentes controles con radares y al mal estado de las rutas.
Otra opción es utilizar buses que salen de la Rodoviaria Novo Rio (Terminal de Omnibus de Río) con precios sustancialmente menores.

La Secretaría de Turismo ofrece información turística en los principales shoppings de la ciudad. Allí brindan información sobre alojamiento, actividades, tours, alquileres y lugares de visita. El nivel de precios con respecto a otros destinos de Brasil es elevado, principalmente en temporada alta y en Carnaval. Una habitación doble en un hotel medio (tres estrellas) cuesta entre US$50 y US$ 80 por día en temporada baja y los de mayor categoría superan los U$ 150. Para las comidas hay muchas opciones: desde cadenas internacionales de fast food hasta buenos restaurantes que oscilan entre US$ 30 y US$ 50 por persona. Recomendamos probar los restaurantes de comida por kilo - desde US$ 5 y la comida ligera en los bares de la playa, acompañada por una clásica agua de coco.

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